jueves, 20 de octubre de 2011

La Cena de Cristo-Rey, Cena de la Lealtad: Madrid 05 NOV 2011


Edwin H. Landseer - Faithful Hound
Un símbolo místico de la Lealtad hasta la muerte

S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón ha anunciado su presencia.

Reparar fuerzas para el combate. La Cena de Cristo-Rey, Cena de la Lealtad. La «Agrupación Santiago Apóstol» se suma y convoca a la Cena de Cristo Rey (Fuente: «El Matiner»)

Cena de Cristo Rey. La cena con ocasión de la festividad de Cristo Rey, que anualmente organiza la Comunión Tradicionalista, se celebrará, D. m., el sábado 05 NOV 11 a las 2100 h., en el Hotel NH Zurbano (c/ Zurbano 79, 28003 Madrid), tras la presentación del libro sobre el 175º aniversario del carlismo.

A los postres tomarán la palabra los siguientes oradores: D. José de Armas (Presidente del Círculo Carlista «Roca y Ponsa» de Canarias), D. Maurizio Di Giovine (Delegado de la Comunión Tradicionalista en la península italiana) y D. José Miguel Gambra (Jefe Delegado de la Comunión Tradicionalista).

Dado el número limitado de plazas, para asistir a la cena es imprescindible haber hecho una reserva. A tal efecto hay que mandar un correo electrónico a jefaturadelegada@carlismo.es o llamar al teléfono 622796664 y esperar la confirmación de la reserva. El precio del cubierto será de 6655 pesetas con 44 céntimos (= 40 euros).

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Consejo de Estudios Hispánicos «Felipe II»

PRESENTACIÓN DEL LIBRO DE LAS ACTAS DEL CONGRESO SOBRE EL 175º ANIVERSARIO DEL CARLISMO

El sábado 5 de noviembre de 2011, tendrá lugar la presentación del libro que recogen las ponencias del Congreso del 175º aniversario del Carlismo, celebrado en el año 2008. El acto, organizado por el Consejo de Estudios Hispánicos «Felipe II», tendrá lugar, a las 19h., en el Hotel NH Zurbano (c/ Zurbano 79, Madrid).

En la presentación intervendrán D. Miguel Ayuso Torres (Director Científico del Consejo de Estudios Hispánicos «Felipe II»), D. Alfonso Bullón de Mendoza y Gómez de Valugera (Director del Instituto CEU de Estudios Históricos), D. Andrés Gambra Gutiérrez (Secretario General de la Universidad R. Juan Carlos), y D. Manuel de Santa Cruz (escritor y periodista).

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sábado, 15 de octubre de 2011

Oración a Santa Teresa, Virgen y Doctora de la Iglesia


REPRODUCCIÓN DEL RETRATO AUTÉNTICO DE
SANTA TERESA DE JESÚS
CUADRO PROPIEDAD DE LA FAMILIA AHUMADA
(SIGLO XVI - AUTOR ANÓNIMO)
CON LICENCIA ECLESIÁSTICA

Oración a Santa Teresa, Virgen y Doctora de la Iglesia

Patrona del Cuerpo de Intendencia, y de Ávila, Ciudad Rodrigo y Salamanca; y de Carmelitas Descalzos y OCSO

Oh seráfica virgen Santa Teresa, esposa amada del Crucificado, vos que en este mundo vivisteis abrasada de amor a vuestro Dios y mío, y ardéis ahora en un fuego más puro y más grande en el cielo; vos que siempre deseasteis tanto verle amado de todos los hombres, conseguid también para mí, os lo ruego, una centella de aquella sagrada llama, que me haga olvidar del mundo, de las criaturas y de mí mismo, y haga también que todos mis pensamientos, todos mis deseos y todos mis afectos, se empleen siempre en seguir, en medio de las delicias y de las penas, la voluntad de aquel sumo Bien que merece ser infinitamente obedecido y amado. ¡Ah! alcanzadme esta gracia, vos que tanto podéis ante Dios; haced que arda, como vos, en el divino amor. Amén. (S. Alfonso M. de Ligorio).

Enchiridion indulgentiarum (1999), conc. 21. Indulgencia parcial; cf. Enchiridion indulgentiarum. Preces et pia opera (1952), conc. 565. Indulgencia de trescientos días. Indulgencia plenaria, con las condiciones de costumbre, si se reza devotamente esta oración, durante un mes entero, todos los días. (S. C. de Indulg., 22 abr. 1898; S. Pen. Ap., 12 febr. 1934).

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jueves, 15 de septiembre de 2011

Agrupación Familiar Tradicionalista Santiago Apóstol


La “Agrupación Familiar Tradicionalista Santiago Apóstol”, es una asociación española política tradicionalista [*] que ‘cum Petro et sub Petro’ [**], nace bajo la advocación de Santiago Apóstol y la Virgen Inmaculada, Nuestros Patronos, con el fin amplio de favorecer particularmente la familia, y el bien de España, de la Hispanidad, como el de la Cristiandad entera, con todos los medios lícitos, en todos los campos de la vida, y procurando así especialmente:

1º La concepción del Estado según el espíritu cristiano
2º La reintegración del ordenamiento jurídico frente al positivismo
3º La dignidad y prerrogativas del trabajo frente a los diversos materialismos
4º La defensa de la unidad social y particularmente de la familia
5º Los deberes y derechos inherentes a la persona en virtud del acto creador que la ha originado.

La “Agrupación Familiar Tradicionalista Santiago Apóstol”, a tenor de lo decretado por S.M. el Rey Carlos VII en el Manifiesto dado en el Cuartel Real de Morentín (16 de julio de 1874), “no daré un paso más adelante ni más atrás que la Iglesia de Jesucristo”, con fe firme, cree y profesa todas y cada una de las cosas que cree y profesa la Santa Iglesia Romana, y asimismo en materia de doctrina de la fe y las costumbres, adhiere especialmente la detestación de los pecados que la tradición catequética (cf. Catecismo de San Pío X, nn. 967-968; Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1867), llama ‘pecados que claman al cielo’. Claman al cielo:

1º el homicidio voluntario (cf. Gn 4, 10);
2º el pecado de los sodomitas (cf. Gn 18, 20; 19, 13);
3º la opresión del pobre (cf. Ex 3, 7-10; 22, 20-22);
4º la defraudación o retención injusta para con el asalariado (cf. Dt 24, 14-15; Iac 5, 4).

La “Agrupación Familiar Tradicionalista Santiago Apóstol” nace con vocación de obra y acción, no de puro discurso y teoría, pues acción es la consigna de la hora, acción enraizada en la oración, conscientes de la advertencia de Nuestro Señor, que nos hace saber: «Sin Mí no podéis hacer nada» (Io 15,5). Es por ello que los miembros de la “Agrupación Santiago Apóstol” se comprometen a rezar, al menos una vez a la semana, las tradicionales Oraciones a la Inmaculada Concepción de Santa María Virgen, y a Santiago Apóstol, Patronos de Las Españas, y las hacen propias.

Además, la caridad política que le urge a la “Agrupación Familiar Tradicionalista Santiago Apóstol”, y mueve a sus miembros a la acción política a fin de que sea garantizado un régimen que promueva el Bien Común y promulgue leyes justas, pues las legislaciones constituyen, en amplia medida, el «ethos» de un pueblo, no exime del compromiso firme que adquieren los miembros de la “Agrupación Santiago Apóstol” de realizar, al menos una vez al mes, concretas obras de caridad directa, espirituales y corporales, que sirvan de ayuda a los necesitados.

Solo nos resta añadir que la “Agrupación Familiar Tradicionalista Santiago Apóstol” apoya todas aquellas iniciativas que, en consonancia con la mejor tradición política de Las Españas y del Derecho Público Cristiano (la doctrina cristiana sobre el Estado y la doctrina social de la Iglesia), se proponen la superación del mal llamado derecho nuevo, la ideología secular propia de la modernidad, que proyecta separar la naturaleza de la gracia (y la comunidad política de la Iglesia, así como la economía de la [teología] moral), dualismo que, sea de corte conservador o liberal, es la causa singular más importante de la disolución de la Iglesia y de la pérdida de la fe en la sociedad contemporánea.

[*] La “Agrupación Familiar Tradicionalista Santiago Apóstol” es una iniciativa integrada en la Comunión Tradicionalista.
[**] La “Agrupación Familiar Tradicionalista Santiago Apóstol” rechaza totalmente interpretaciones erróneas y aplicaciones arbitrarias y abusivas en materia doctrinal, litúrgica y disciplinar, de matriz modernista —que desgraciadamente todavía afloran dentro de la Iglesia en diversas tentativas de expresiones extrañas a la auténtica realidad de la religión católica—.
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Algunas citas escogidas de la Agrupación Familiar Tradicionalista Santiago Apóstol


ALGUNAS CITAS ESCOGIDAS

NOTA BENE: De acuerdo con la enseñanza de la Iglesia, «hay que mantener perpetuamente aquel sentido de los sagrados dogmas que una vez declaró la santa madre Iglesia y jamás hay que apartarse de ese sentido so pretexto y nombre de una más alta inteligencia. “Crezca, pues, y mucho y poderosamente se adelante en quilates, la inteligencia, ciencia y sabiduría de todos y de cada uno, ora de cada hombre particular, ora de toda la Iglesia universal, de las edades y de los siglos; pero solamente en su propio género, es decir, en el mismo dogma, ‘eodem sensu eademque sententia’, en el mismo sentido, en la misma sentencia”». Concilio Vaticano I, Const. dogm. Dei Filius, c. 3: DS 3020 (Dz 1800).

Con respecto a la custodia de la integridad de la fe católica frente a la hermenéutica de ruptura del Concilio Vaticano II con la Tradición, la explicación teológica de expresiones o formulaciones particulares presentes en los documentos del Concilio Vaticano II y del Magisterio sucesivo, la  “Agrupación Familiar Tradicionalista Santiago Apóstol” entiende ha de realizarse en continuidad homogénea (‘eodem sensu eademque sententia’) del Magisterio sucesivo con el Magisterio precedente, y no al contrario, pues “es evidentemente falso el método que trata de explicar lo claro con lo oscuro; antes bien, es menester que todos sigan el orden inverso” (cf. Pío XII, Encíclica Humani generis, n. 15).

Doctores de la Iglesia

Ne forte credat, quod sibi sufficiat lectio sine unctione, speculatio sine devotione, investigatio sine admiratione, circumspectio sine exultatione, industria sine pietate, scientia sine caritate, intelligentia sine humilitate, studium absque divina gratia, speculum absque sapientia divinitus inspirata.

«No es suficiente la lectura sin el arrepentimiento, el conocimiento sin la devoción, la búsqueda sin el impulso de la sorpresa, la prudencia sin la capacidad de abandonarse a la alegría, la actividad disociada de la religiosidad, el saber separado de la caridad, la inteligencia sin la humildad, el estudio no sostenido por la divina gracia, la reflexión sin la sabiduría inspirada por Dios». SAN BUENAVENTURA (Ob., Conf., y Doct. Igl.), Itinerarium mentis in Deum, Prologus, 4.

Cum enim gratia non tollat naturam, sed perficiat, oportet quod naturalis ratio subserviat fidei; sicut et naturalis inclinatio voluntatis obsequitur caritati.

«Como quiera que la gracia no suprime la naturaleza, sino que la perfecciona, es necesario que la razón natural esté al servicio de la fe, de la misma forma que la tendencia natural de la voluntad se somete a la caridad». SANTO TOMÁS DE AQUINO (Conf., y Doct. Igl.), Summa Theologiae, I, q. 1, a. 8, ad 2.

Romanos Pontífices

La Iglesia no ha de ser excluida de la vida social, de la legislación

«Error grande y de muy graves consecuencias es excluir a la Iglesia, obra del mismo Dios, de la vida social, de la legislación, de la educación de la juventud y de la familia. Sin religión es imposible un Estado bien ordenado. Son ya conocidos, tal vez más de lo que convendría, la esencia, los fines y las consecuencias de la llamada moral civil. La maestra verdadera de la virtud y la depositaria de la moral es la Iglesia de Cristo. Es ella la que defiende incólumes los principios reguladores de los deberes». LEÓN XII, Encíclica Immortale Dei, n. 15 (1 de noviembre de 1885).

«En cambio, si los hombres, pública y privadamente, reconocen la regia potestad de Cristo, necesariamente vendrán a toda la sociedad civil increíbles beneficios, como justa libertad, tranquilidad y disciplina, paz y concordia. La regia dignidad de Nuestro Señor, así como hace sacra en cierto modo la autoridad humana de los jefes y gobernantes del Estado, así también ennoblece los deberes y la obediencia de los súbditos. Por eso el apóstol San Pablo, aunque ordenó a las casadas y a los siervos que reverenciasen a Cristo en la persona de sus maridos y señores, mas también les advirtió que no obedeciesen a éstos como a simples hombres, sino sólo como a representantes de Cristo, porque es indigno de hombres redimidos por Cristo servir a otros hombres: Rescatados habéis sido a gran costa; no queráis haceros siervos de los hombres (1 Cor 7, 23)». PÍO XI, Encíclica Quas Primas, n. 17 (11 de diciembre de 1925).

Nolite timére Christum excípere eiúsque potestátem suscípere! Auxiliámini Summum Pontíficem et omnes qui Christo et, cum Christi potestáte, hómini totíque humáno géneri servíre cúpiunt! Nolíte timére! Aperíte, immo, expándite iánuas Christo! Eius salvíficae potestáti aperíte Státuum fines, systémata oeconómica nec non política, vastas cultúrae, civílis cultus et progressiónis províncias. Nolíte timére! Christus scit «quid in hómine sit». Solus Ille novit! «¡No tengáis miedo de acoger a Cristo y de aceptar su potestad! ¡Ayudad al Papa y a todos los que quieren servir a Cristo y, con la potestad de Cristo, servir al hombre y a la humanidad entera! ¡No temáis! ¡Abrid, más todavía, abrid de par en par las puertas a Cristo! Abrid a su potestad salvadora los confines de los Estados, los sistemas económicos y los políticos, los extensos campos de la cultura, de la civilización y del desarrollo. ¡No tengáis miedo! Cristo conoce “lo que hay dentro del hombre”. ¡Sólo Él lo conoce!». B. JUAN PABLO II, Homilía en el comienzo de su Pontificado, n. 5 (22 de octubre de 1978).

El error no tiene derechos

«Porque el derecho es una facultad moral que, como hemos dicho ya y conviene repetir con insistencia, no podemos suponer concedida por la naturaleza de igual modo a la verdad y al error, a la virtud y al vicio. Existe el derecho de propagar en la sociedad, con libertad y prudencia, todo lo verdadero y todo lo virtuoso para que pueda participar de las ventajas de la verdad y del bien el mayor número posible de ciudadanos. Pero las opiniones falsas, máxima dolencia mortal del entendimiento humano, y los vicios corruptores del espíritu y de la moral pública deben ser reprimidos por el poder público para impedir su paulatina propagación, dañosa en extremo para la misma sociedad». LEÓN XII, Encíclica Libertas praestantissimum, n. 18 (20 de junio de 1888).

Praeter vel contra veritatem nulla libertas habetur. «No hay libertad fuera o contra la verdad». B. JUAN PABLO II, Encíclica Veritatis Splendor, n. 96 (6 de agosto de 1993).

«“Tu vara y tu cayado me sosiegan”: el pastor necesita la vara contra las bestias salvajes que quieren atacar el rebaño; contra los salteadores que buscan su botín. Junto a la vara está el cayado, que sostiene y ayuda a atravesar los lugares difíciles. Las dos cosas entran dentro del ministerio de la Iglesia, del ministerio del sacerdote. También la Iglesia debe usar la vara del pastor, la vara con la que protege la fe contra los farsantes, contra las orientaciones que son, en realidad, desorientaciones. En efecto, el uso de la vara puede ser un servicio de amor. Hoy vemos que no se trata de amor, cuando se toleran comportamientos indignos de la vida sacerdotal. Como tampoco se trata de amor si se deja proliferar la herejía, la tergiversación y la destrucción de la fe, como si nosotros inventáramos la fe autónomamente. Como si ya no fuese un don de Dios, la perla preciosa que no dejamos que nos arranquen. Al mismo tiempo, sin embargo, la vara continuamente debe transformarse en el cayado del pastor, cayado que ayude a los hombres a poder caminar por senderos difíciles y seguir a Cristo». BENEDICTO XVI, Homilía en la Santa Misa con ocasión de la clausura del Año Sacerdotal (11 de junio de 2010).

Cristo no ha de ser silenciado en las reuniones internacionales y en los Parlamentos

«Además, para condenar y reparar de alguna manera esta pública apostasía, producida, con tanto daño de la sociedad, por el laicismo, ¿no parece que debe ayudar grandemente la celebración anual de la fiesta de Cristo Rey entre todas las gentes? En verdad: cuanto más se oprime con indigno silencio el nombre suavísimo de nuestro Redentor, en las reuniones internacionales y en los Parlamentos, tanto más alto hay que gritarlo y con mayor publicidad hay que afirmar los derechos de su real dignidad y potestad». PÍO XI, Encíclica Quas Primas, n. 25 (11 de diciembre de 1925).

«Hoy muchos sostienen que a Dios se le debe “dejar en el banquillo”, y que la religión y la fe, aunque convenientes para los individuos, han de ser excluidas de la vida pública, o consideradas sólo para obtener limitados objetivos pragmáticos. Esta visión secularizada intenta explicar la vida humana y plasmar la sociedad con pocas o ninguna referencia al Creador. Se presenta como una fuerza neutral, imparcial y respetuosa de cada uno. En realidad, como toda ideología, el laicismo impone una visión global. Si Dios es irrelevante en la vida pública, la sociedad podrá plasmarse según una perspectiva carente de Dios. Sin embargo, la experiencia enseña que el alejamiento del designio de Dios creador provoca un desorden que tiene repercusiones inevitables sobre el resto de la creación. Cuando Dios queda eclipsado, nuestra capacidad de reconocer el orden natural, la finalidad y el “bien”, empieza a disiparse. Lo que se ha promovido ostentosamente como ingeniosidad humana se ha manifestado bien pronto como locura, avidez y explotación egoísta». BENEDICTO XVI, Discurso en la Fiesta de acogida de los jóvenes en el muelle “Barangaroo East Darling” (17 de julio de 2008).

La Cruz y la Cruzada

«La cruz de Cristo, aunque que su solo nombre haya llegado a ser para muchos locura y escándalo (cf. 1 Cor 1, 23), sigue siendo para el cristiano la señal sacrosanta de la redención, la bandera de la grandeza y de la fuerza moral. A su sombra vivimos, besándola morimos; sobre nuestro sepulcro estará como pregonera de nuestra fe, testigo de nuestra esperanza, aspiración hacia la vida eterna». PÍO XI, Encíclica Mit Brennender Sorge, n. 31 (14 de marzo de 1937).

«No lamentos, acción es la consigna de la hora; no lamentos de lo que es o de lo que fue, sino reconstrucción de lo que surgirá y debe surgir para bien de la sociedad. Animados por un entusiasmo de Cruzados, a los mejores y más selectos miembros de la Cristiandad toca reunirse en el espíritu de verdad, de justicia y de amor al grito de “¡Dios lo quiere!”, dispuestos a servir, a sacrificarse, como los antiguos Cruzados. Si entonces se trataba de liberar la Tierra Santificada por la vida del Verbo de Dios encarnado, se trata hoy, si podemos expresarnos así, de una nueva expedición para liberar, superando el mar de los errores del día y de la época, la Tierra Santa espiritual, destinada a ser la base y el fundamento de normas y leyes inmutables para construcciones sociales de sólida consistencia interior». PÍO XII, Radiomensaje de Navidad, n. 31 (24 de diciembre de 1942).

Naturaleza y gracia, razón y fe

«... Otros desvirtúan el concepto del carácter gratuito del orden sobrenatural, pues defienden que Dios no puede crear seres inteligentes sin ordenarlos y llevarlos a la visión beatífica. Y, no contentos con esto, contra las definiciones del concilio de Trento, destruyen el concepto del pecado original, junto con el del pecado en general en cuanto ofensa de Dios, así como también el de la satisfacción que Cristo ha dado por nosotros...». PÍO XII, Encíclica Humani Generis, n. 12 (12 de agosto de 1950).

«San Alberto Magno y santo Tomás, aun manteniendo un vínculo orgánico entre la teología y la filosofía, fueron los primeros que reconocieron la necesaria autonomía que la filosofía y las ciencias necesitan para dedicarse eficazmente a sus respectivos campos de investigación. Sin embargo, a partir de la baja Edad Media la legítima distinción entre los dos saberes se transformó progresivamente en una nefasta separación. Debido al excesivo espíritu racionalista de algunos pensadores, se radicalizaron las posturas, llegándose de hecho a una filosofía separada y absolutamente autónoma respecto a los contenidos de la fe. Entre las consecuencias de esta separación está el recelo cada vez mayor hacia la razón misma. Algunos comenzaron a profesar una desconfianza general, escéptica y agnóstica, bien para reservar mayor espacio a la fe, o bien para desacreditar cualquier referencia racional posible a la misma». B. JUAN PABLO II, Encíclica Fides et Ratio, n. 45 (14 de septiembre de 1998).

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lunes, 25 de julio de 2011

Oraciones a Santiago Apóstol, y a la Inmaculada Concepción de Santa María Virgen, Patronos de Las Españas


Oraciones a Santiago Apóstol
y a la Inmaculada Concepción de Santa María Virgen, Patronos de Las Españas

Oración a Santiago
Apóstol, Patrono de España

y del Arma de Caballería

Oración

Oh glorioso Apóstol Santiago, que por vuestro corazón ardiente y generoso fuisteis escogido por Jesús como testigo de su gloria, en el Tabor, y de su agonía, en Getsemaní; vos, cuyo nombre es símbolo de lucha y de victoria, alcanzadnos fuerza y aliento en la continua lucha de esta vida, para que, después de haber seguido constante y generosamente a Jesús, seamos por él coronados victoriosos en el cielo. Amén.

Enchiridion indulgentiarum. Preces et pia opera (1952), conc. 489. Indulgencia de trescientos días. Indulgencia plenaria, en las condiciones de costumbre, si se reza devotamente esta oración, durante un mes entero, todos los días. (S. Pen. Ap., 16 jul. 1923 y 12 jun. 1949).

Oración a la Inmaculada Concepción
de Santa María Virgen, Patrona de España

y del Arma de Infantería, Servicio de Estado Mayor y de los Cuerpos Jurídico Militar,
Eclesiástico, Veterinario, Farmacia, Oficinas Militares y Servicio Geográfico del Ejército

Oración

Virgen Inmaculada, Madre de Dios y Madre nuestra María, Vos veis los asaltos con que el demonio y el mundo acometen por todas partes contra la fe, en la cual, para conseguir la gloria eterna, deseamos, por la gracia de Dios, vivir y morir. Vos, auxiliadora de los cristianos, renovad, para la salvación de vuestros hijos, las antiguas victorias. Ellos os confían el firme propósito de no pertenecer jamás a ninguna sociedad enemiga de nuestra santa Religión; Vos, toda santa, presentad al divino Hijo nuestras resoluciones y alcanzadnos las gracias necesarias para mantenernos firmes en ellas hasta el fin. Consolad a la Cabeza visible de la Iglesia, sostened al Episcopado católico, proteged al clero y al pueblo, que os aclama Reina; acelerad, con el poder de vuestras súplicas, el día en que todas las gentes estarán reunidas alrededor del supremo Pastor. Amén.

María, Auxilio de los cristianos, rogad por nosotros.

Enchiridion indulgentiarum. Preces et pia opera (1952), conc. 411. Indulgencia de quinientos días. (S. C. de Indulg., 20 dic. 1890; S. Pen. Ap., 2 jul. 1931).

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